El aire cálido, exfoliante, seco y tormentoso del desierto de Palm, Califonia sopla de nuevo. Y lo hace tras 6 años de deliberada ausencia en los que Josh Homme, ha estado envuelto en proyectos de la magnitud de Them Crooked Vultures, cuyo espectacular álbum de debut permanece en la memoria y pletina de nuestros reproductores más acudidos. Sin aspavientos ni estridencias, el 6º álbum de estudio de Queens Of The Stone Age, Like Clockwork (2013) es un capítulo más del libro que esta formación, heredera directa del legado que Kyuss nos dejó en los 90, lleva escribiendo con mayúsculas más de una década y que los conserva como una de las leyendas vivas de la escena rock de nuestra generación; Es un álbum más comedido y templado, que sin llegar a la aridez y fuerza de sus predecesores, se erige rico e interesante en la exploración de los muchos oasis que aparecen casi por vez primera en la banda y que se interponen a su ya conocida y desatada travesía desértica habitual. La contribución de media docena de ilustres notables al álbum, que presuponía exquisitez añadida a la magia que de por sí tiene la banda, aparece como una constelación de estrellas más bien intuida y supuesta que efectiva y palpable, y es que la avasalladora personalidad y el incuestionable liderazgo de Josh Homme se antojan tan imponentes como esencial en su soberbia aportación vocal. Gran álbum en definitiva; que no impide desprender ese aire rebelde de los discos de complicada digestión inicial, pero que una vez explorados profundamente y sin la necesidad de compararlo con excepcionales trabajos previos, terminan conquistando el apetito y la memoria para siempre.