Domingo 20 de julio 2014

Se podrían escribir libros enteros con la intención de transmitir lo que supone un concierto de Portishead en directo; ensayos coleccionables que determinaran como una banda es capaz de mantener a su audiencia en una realidad virtual donde los relojes no existen, y donde las coordenadas espacio-tiempo se vuelven elásticas y flexibles hasta el punto de convertir los ciclos decimales en estructuras logarítmicas y las distancias en vectores móviles autodirigibles; y todo mientras Portishead emite su historia delante de nuestros ojos.

Podríamos reproducir en un buclé infinito los redobles que transportan 'Mysterions' con la tensión justa para que nuestra musa llore 'por el olvido de los crímenes olvidados', y pregunte: 'do you really want…..' ¿de verdad quieres olvidarlos?'

La casa del terror más maravillosamente descrita no haría tampoco justicia al momento que los británicos conciben sobre el escenario.

Ríos de tinta podrían igualmente verterse para determinar la intensidad y el estremecimiento con la que Gibbons se retuerce gimiendo ’how can it feel…’ de la la oda a la  emoción que supone  'Roads';  o para concebir el ánima que sobre suelo abstracto emerge cuando suena 'Wandering Star', en la adaptación minimalista de dos notas de bajo y guitarra que Portishead interpreta hoy dia.

Escalofrios sujetos a un placer infinito, cuyos intervalos no están arbitrados ni por la sociedad ni por las reglas que la dominan.

Y que no se pueden describir.

Porque cuando el tiempo se para en 'Over', no existe manual teórico que sepa delinear el espectro mental de frecuencias que el fabuloso solo de scratch que Geoff Barlow interpreta a la perfección produce, contorsionando el hipotálamo de nuestro cerebro.

La captura es tan inolvidable, que si tienes un hijo en ese momento le pones de nombre ‘Anymore’.  Pero sigue sin haber textos sobre ello que estén a la altura de la razón de ser escritos.

Sino, ¿cuántas ‘razones para ser mujer’ podríamos concederle a ella ante la exuberancia y belleza que 'Glory Box' ('Give Me A Reason To Be A Woman') produce, que pudieran hacer justicia a lo que realmente ocurre cuando suena sus acordes y su lamento….?

20 años después de la edición de su primer álbum, Dummy (1994), jamás tanta expresión escrita fue tan inútil, insolvente e injusta al lado de lo que supone la verdadera realidad de todo su significado.

Portishead en directo es una experiencia no sujeta a descripción humanamente objetiva y es la razón verdadera por la que no escribiremos más sobre ello.